El origen de mis ensayos

Dejé la toga y el birrete y subí un escalón en mi larga escalada profesional cuando decidí dejar el mundo académico para convertirme en maestra de escuela de niños con autismo. Fue una decisión guiada por mi instinto y mi corazón y la mas acertada de mi vida profesional.

Cualquiera diría que haber llegado a una plaza académica en los EEUU a punto de coronarla con el ansiado puesto de Profesor Titular o lo que se conoce como "Tenure-track" y dejarla por una clase en una escuela pequeña a las orillas de las playas de Miami Beach era un total desatino. Las criticas fueron amplias y variadas. ¿A quien se le ocurriría unirse al montón de maestros mal pagados y desacreditados del condado?

Pero mi ansia de aprender era tal que veía en esas clases pequeñas auto-contenidas una oportunidad magnífica para seguir ahondando en mi conocimiento sobre la educación especial. No me equivoque.

Durante cuatro años, busqué la supervisión semanal de un psiquiatra especializado en autismo para que vigilara mi trabajo lleno de incertidumbres e interrogantes. Lo pagué de mi propio bolsillo pues sentía que mi responsabilidad con estas criaturas iba mas allá de un sueldo de nomina estable y magro. Tal vez por no ser entrenada como la típica maestra de educacion especial, mi mente inquisitiva estaba no sólo intacta sino encendida con la mera posibilidad de descubrir y empoderar a estos enigmáticos niños.Para mi era otra cosa pues el empoderamiento de estos niños estaba unido al mio propio.

Las clases eran variadas y, pese a la etiqueta de autismo sobre todas esas cabezas, la mitad de los niños no lo eran. Debido a los cortes presupuestarios la escuela no tenía un lugar apropiado para ubicarlos, así que los declaraba autistas y allí iban a parar, fuera apropiado o no.

Fue allí dónde aprendí que todos los niños, inclusive los niños con autismo mas profundo, tienen inclinaciones sociales y las desarrollan si hay niños con capacidades de comunicación e interacción dentro de la norma, eso si, con una intervencion mediada y exhaustiva. Los niños con problemas emocionales o de personalidad, también se beneficiaron de estar en un aula pequeña con niños autistas caracterizados por su naturaleza noble y alejada de agresiones mas alla de los problemas de comportamiento que nada tiene que ver con las verdaderas manifestaciones agresivas de los niños neurotípicos.

El aprendizaje de estos años de trabajo escolar quedó plasmado en estos ensayos que compartía, como ejercicio de supervisión, con mi terapeuta. Espero que los disfruten.