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Tengo experiencia con una gran variedad de niños: autistas, y aspergers; con niños dotados - autistas y no autistas - y con niños con problemas generalizados de desarrollo. En este ultimo grupo trabajo también con niños con sindromes y enfermedades genéticas diversas que han impedido un desarrollo vinculante y de socializacion tipicos. Tambien trabajo con niños que han sufrido traumas importantes que han afectado su desarrollo emocional y por ende cognitivo y social. La mayoria de estos niños presentan rasgos autistas y problemas cognitivos importantes asi como problemas de aprendizaje y de conducta que escapan a las intervenciones conductistas tradicionales.

Entre los sindromes se encuentran

1- Sindromes epilépticos variados (Sindrome de West y Lennox Gastau entre otros)

2- Niños con problemas emocionales derivados de distintos tipos de abuso fisico y emocional  a temprana edad

3- Sindrome Phelan-McDermid 

4- Severos desordenes de procesamiento sensorial

5- X Fragil

6- Syndrome de Down

Al servicio de la educación y empoderamiento de las familias y  de los niños con Autismo y otros problemas de desarrollo, incluyendo los de los niños excepcionalmente dotados.

          ME AJUSTO A TODAS LAS NECESIDADES INDIVIDUALES...

 

Lo primero que hago al entrar en contacto con un niño -sea o no autista, sea muy listo o aparente no serlo tanto- y mientras evalúo en qué estadio de desarrollo se encuentra, es mirarlo más allá del diagnóstico que lo etiqueta. El niño que tengo enfrente es un pequeño ser humano con dificultades y sufrimiento. Pero también con una capacidad inherente de trascender su condición y de encontrar un lugar mejor en su propio ser y en el mundo.

 

Mis intervenciones  apuntan a ayudar al niño a comunicarse más eficazmente, aumentar la empatía, ayudarlo con la lectura de las señales no verbales y a aumentar la capacidad de atención, asi como fomentar la independencia y reducir los rituales compulsivos y rutinas socialmente inapropiadas.

 

 

Lo fundamental es poder subir al pequeño en el "tren" del desarrollo para facilitar el desarrollo de las funciones cognitivas y emocionales de la etapa inicial de desarrollo.

 

Hago hincapié en el desarrollo socio-afectivo, ya que este es el que motiva o impulsa el comportamiento humano. El desarrollo social y emocional de los niños influye en todas las demás áreas del desarrollo: motor, cognitivo y del lenguaje. Todos estos aspectos afectan en la forma en que un niño se sienta acerca de sí mismo y cómo es capaz de expresar sus ideas y emociones. También influyen en cómo se desarrolla el cerebro. Al centrarme en el afecto, el vinculo y la socialización uno genera cambios de comportamiento intrínsecos y perdurables provenientes de el mismo y no de patrones aprendidos condicionados por agentes externos que poco tienen que ver con lo que es y con su potencial. Esta motivación intrínseca de cambio asegura permanencia en los resultados y  evolución creativa.

Complete mi especialización con diversas metodologías de intervención en trastornos del espectro autista. Mi formación académica fue
el trampolín para desarrollar mi experiencia y mi abordaje personal a la intervención en niños especiales.

 

Mi trayectoria me ha ido mostrando el valor de la intuición y de la aproximación vincular al mundo emocional del niño. Mi trabajo se centró inicialmente en el autismo y fue extendiéndose después a niños, que si bien tenían rasgos autistas no lo eran y presentaban paralelamente graves problemas cognitivos así como dificultades de aprendizaje y de conducta cuya solución escapaba a las intervenciones conductuales de los paradigmas en boga.

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